El melanoma puede formarse de un lunar que se convierte en un melanoma o puede simplemente formarse espontáneamente sin que hubiera ningún lunar previo. Habitualmente, utilizamos el ABCDE del melanoma para recordar e identificar criterios que pueden sugerir un melanoma. Puedes acceder aquí para aprender en más detalle cuáles son estos criterios básicos.
Otra manera en la cual se le enseña al paciente o al médico primario a estar alerta a signos tempranos de un melanoma es el concepto del patito feo. Este concepto, cuyo término se acuñó desde 1998, simplemente indica que, en general, los lunares de un mismo paciente se suelen parecer los unos a los otros. Bajo esa premisa, el paciente o su médico primario deben estar atentos a cualquier lunar que se vea diferente a los demás.
En algunos casos puede ser un lunar que es más grande o más oscuro que los otros. A la inversa, puede haber otros casos donde haya un lunar que sea más pequeño y un tanto rojizo en el medio de muchos otros lunares color marrón. Más raro aún, pudiera haber un lunar que escasamente tenga color y podría ser lo que se conoce como un melanoma amelanótico, es decir, sin pigmento.
El concepto del patito feo no sustituye el ABCDE del melanoma pero puede ayudar a detectar melanomas que carecen de los criterios de apariencia más tradicionales.
Si detectas en tu cuerpo algún lunar que, como se ha indicado aquí, luce como el patito feo del grupo de tus lunares, es importante que lo notifiques a tu dermatólogo(a) para que este(a) determine si se le debe hacer una biopsia para aclarar el diagnóstico. En esta fábula, ese patito feo no se convierte en un bello cisne negro sino en un temido melanoma. Puedes aprender más de este tumor accediendo este corto vídeo AQUÍ.
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