- Los días nublados Tendemos a pensar que el día que está nublado nos vamos a quemar menos pero esto es un error craso ya que lo que filtran las nubes es la energía infrarroja, es decir, el calor. La luz ultravioleta (UV) pasa por las nubes y puede quemarte significativamente si no te has puesto un filtro solar.
- Pobre o insuficiente aplicación de filtro Los filtros solares, que se clasifican de acuerdo al grado de protección que proveen, son tan buenos como la cantidad que te pones y la frecuencia con que te lo reaplicas. Se estima que para proveerte una protección completa por todo el cuerpo necesitas una onza de filtro solar o poco más de una cucharada. Dependiendo del grado de resistencia al agua que indique la etiqueta, puede durar más tiempo la protección pero en general, debes reaplicarlo cada dos horas.
- Gorro de pelotero Este tipo de sombrero, que solamente provee ala en la parte frontal, te deja sin protección cuando el sol empieza a estar más lateral. Un sombrero o pamela de ala ancha ofrece una protección superior a la vuelta redonda.
- Labios descubiertos Así como protegemos nuestro rostro con filtro solar, necesitamos proteger nuestros labios con diversos productos en forma de barra que traen filtro solar incluido. Los cánceres de piel en los labios suelen ser más agresivos así que no hay que tomar riesgo.
- Olvidaste tus gafas de sol? En el trópico, existe una incidencia alta de catarata que se asocia a exposición intensa a la luz solar. Asegúrate que utilizas gafas o lentes de sol que indiquen protección completa contra la luz ultravioleta y que sean suficientemente curvas o grandes que protejan razonablemente contra la luz lateral.
Disfruta estos largos días de verano tomando las debidas precauciones y recuerda que el ejemplo que le das a tus hijos, será el que ellos lleven a cabo cuando más grandes.
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