Los lunares azules pueden ser lisos o levantados, como el que se ilustra en la foto. Suelen tener un color gris azuloso o negro azuloso. Lo peculiar de este lunar, que en su inmensa mayoría son benignos, es que son profundos dentro de la dermis.
Son más comunes en los asiáticos, en los cuales ocurren en un 5% de la población y raros en los afroamericanos. La proporción por sexo es 2:1 con predominancia en las mujeres.
Por un efecto físico de como la luz le da y rebota, llamado el efecto Tindall, lucen azules pero en realidad son color marrón. Muchos pacientes tienen la idea que de pequeños se les enterró la punta de un lápiz, pues el color del grafito es parecido.
Cuando no están creciendo o cambiando de apariencia, habitualmente se observan. En ocasiones pueden confundirse con un Melanoma y puede ser necesario removerlos para una biopsia y confirmación del diagnóstico.
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