Hace un tiempo tuve una pareja de pacientes, la cual cada una se tatuó el nombre de la otra en letras grandes en pleno antebrazo. ¿Muy bonito y muy tierno, no? Esperemos que Dios les bendiga siempre su unión, pues no es tan fácil conseguir otra pareja con el mismo nombre. Les recuerdo que el cantante Marc Anthony llegó también a grabarse el nombre de Jennifer López en su muñeca, de quien terminó divorciándose.
Muchos tatuajes se hacen en momentos de borracheras, depresión, euforia y entonces, no se piensa con la razón. A veces tatuamos kanjis orientales que creemos saber lo que significan y a veces no son lo que creíamos o tienen más de un significado. O tal vez escogemos temas desagradables o conflictivos que más tarde, en un ámbito profesional, resultan vergonzosos o de mal gusto. Recuerda que con los años, los molleros se pierden y tal vez aquella bailarina exótica luce como un globo desinflado.
Hay que pensarlo bien antes de someterse a un tatuaje profesional pues la tinta y el método que se usa no es nada fácil, barato ni poco doloroso de eliminar. Un tatuaje suele ser una de la cosas más duraderas que adquirimos y para colmo, la tenemos que portar.
El costo de remover un tatuaje suele ser mucho mayor del costo inicial de tatuarse, no sin mencionar que siempre hay un grado inevitable de dolor en cada sesión, aunque tal vez para los que se tatúan esto no sea un detractor.
Para que tengas una idea, la cantidad de personas que se están arrepintiendo de sus tatuajes está aumentando. Para el 2009, en los EU se llevaron a cabo más de 16,000 procedimientos para tratar de remover tatuajes. De acuerdo un estudio presentado en la reciente convención anual de la Academia Americana de Dermatología, hasta una tercera parte de las personas tatuadas desearían removerlos.
Cada tatuaje requiere no menos de 7-10 sesiones de tratamiento con diversos tipos de láseres. No todos los colores de las tintas responden a cualquier láser, lo que complica aún más su remoción. El negro o el gris se remueven con relativa facilidad pero el verde y el azul claro son colores mucho más resistentes. Algunas áreas como las manos y los tobillos son más difíciles de trabajar.
Por último y no menos importante está el riesgo de infecciones diversas. De acuerdo a estadísticas, los pacientes de tatuajes y perforaciones corporales tienen más riesgo de Hepatitis C, una forma usualmente silente de hepatitis que podría desembocar en cirrosis y cáncer de hígado.
También ha habido tintas contaminadas con diversos tipos de bacterias pues a veces las tintas se han preparado con agua del grifo contaminada en vez de agua estéril. Puedes leer más sobre todos estos peligros en estos artículos de la FDA tiulados: Tatoo inks pose health risks y Tatuado y arrepentido: Eliminación de Tatuajes.
Aunque es afortunadamente raro, también se reportan reacciones alérgicas a los diversos colores y substancias que contienen dichas tintas.
Así que la próxima vez que se te ocurra cambiar tu apariencia, tíñete el cabello, peínate diferente, cómprate alguna prenda o cambia tu estilo de vestir. Pégate mejor un tatuaje removible y usa la tinta sólo para escribir.
Si aún así crees que estás decidido(a) a tatuarte puedes leer buenos consejos y cosas que debes conocer antes de tomar tu decisión final accediendo Tattoos.
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