El Año Nuevo es un momento de hacer resoluciones para cuidar tu piel. Nunca es tarde si la dicha es buena, dice el refrán. Así mismo le aplica a tu piel. Mientras más temprano tomes consciencia de lo importante que es empezar a cuidar debidamente de tu órgano más grande y uno de los más importantes, mejor la conservarás a largo plazo.
Comienza por empezar a proteger tu piel del sol, pues es la causa de la mayor parte de los cambios en la piel que asociamos al envejecimiento como arrugas, manchas y pérdida de elasticidad. Además, el abuso de la exposición solar es la causa principal del cáncer de la piel.
Utiliza un filtro solar diariamente con un factor de protección no menor de 30. Evita las horas más fuertes del sol y utiliza ropa protectora así como sombreros, gafas de sol y filtro solar para los labios. Puedes leer más sobre la luz ultravioleta y los mitos más comunes accediendo AQUÍ.
Evita jabones muy fuertes o esponjas y lufas que pueden secar e irritar tu piel. Si tienes una piel sensible, evita bañarte más de una vez al día pues ese exceso de higiene puede resultar contraproducente.
Humecta tu piel diariamente con productos apropiados para el rostro o el cuerpo según tu tipo de piel. Recuerda que el mejor momento de aplicarlos es justo después de la ducha, luego de secarte con la toalla. El humectante, aplicado de este modo, ayuda a sellar la humedad que el baño produce.
Si eres fumador(a), haz un esfuerzo por dejarlo o reducirlo. El cigarrillo hace que los vasos sanguíneos se contraigan y se reduzca el riego sanguíneo a la piel y con esto, la oxigenación. Todo eso provoca arrugas y deterioro de la piel, especialmente alrededor de la boca. El cigarrillo interfiere además con la buena cicatrización de las heridas entre muchos otros problemas de salud que ya conoces. Puedes leer en más detalle sobre los efectos nocivos del cigarrillo sobre la piel AQUÍ.
Examina tu piel completa periódicamente y observa cualquier crecimiento, mancha o lunar nuevo, particularmente si está creciendo. Familiarízate con los cambios típicos de los cánceres de piel más comunes, descritos en mi artículo: El cáncer de la piel - evitable y curable si lo atendemos con prontitud.
Visita a tu dermatólogo al menos una vez al año para que examine tu piel, detecte con prontitud cualquier lesión precancerosa o cancerosa y te oriente en forma más individual sobre cuidados más específicos y otras terapias que te ayudarán a conservar tu piel lo más saludable posible. El mejor momento para tomar control de la salud de tu piel es ciertamente...hoy.
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