Aunque recientemente ha causado furor en las redes algunos casos de larva migrans cutánea en Puerto Rico, la verdad es que los dermatólogos vemos estos casos con frecuencia y no siempre tan obvios como esta foto tan clásica. El denominador común son caminitos rojizos ligeramente levantados, con bastante picor y progresando a través de días.
La larva migrans cutánea, en adelante larva migrans, es una infección de la piel causada por la larva de un parásito intestinal frecuente de perros y gatos. Cuando estos defecan sobre tierra o arena, los huevos de estos parásitos se desarrollan y a los días nacen las larvas que accidentalmente penetran la piel de los humanos que caminan, se acuestan o hacen contacto con tierra o arena contaminada. Una vez bajo la piel, la(s) larva(s) van creando esos pequeños túneles, que suelen causar bastante escozor. Dependiendo cuantas larvas hayan entrado, puede haber diversos túneles moviéndose en varias direcciones en pocos días.
Afortunadamente, los dermatólogos siempre hemos tenido el adiestramiento para reconocer y curar la larva migrans y las demás infecciones de la piel con prontitud. A través del tiempo hemos usado diversos métodos para el tratamiento de la larva migrans tales como la criocirugía, antiparasíticos tópicos y también orales.
Evita siempre andar descalzo pues te haces vulnerable no solamente a esta, sino a otras infecciones como leptospirosis, estafilococos, no sin mencionar el riesgo de cortaduras con objetos filosos como vidrios o jeringas, posiblemente contaminadas. Al estar sobre la arena, recuéstate siempre sobre alguna toalla que minimice tu contacto directo con el suelo, excepto cuando estás en áreas que el mar esté bañando con frecuencia. Ten presente que esta infección, aunque es más común en los pies, puede verse en cualquier área de la piel.
Si te notas cualquier área roja o con picor, préstale atención y consulta a tu dermatólogo(a) con prontitud.
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