En esta época de verano, que los puertorriqueños salimos más a menudo a resorts, ferias y otros lugares de vacaciones donde, como parte de las atracciones se ofrecen tatuajes temporales de henna negra. Muchas veces se les ofrecen a los niños, pues su aplicación es indolora. La henna es un pigmento natural obtenido de la planta «Lawsonia inermis», nativa de algunas regiones de África, Asia y Australia. Se ha utilizado desde hace siglos de manera decorativa en países musulmanes e hindúes y en festivales o celebraciones culturales.
La henna natural, que no suele producir alergias, produce en la piel un color rojizo castaño que no suele durar más de tres o cuatro días. La henna negra, por el contrario, produce un color mucho más oscuro y su duración sobre la piel es de más de una semana. Este alegado beneficio de deriva de la adulteración ilegal y no regulada con PPD o p-fenilendiamina, que es la substancia principal que contienen la mayoría de los tintes de cabello.
La diferencia es que dichos tintes están regulados en la concentración de PPD y se degrada con el uso de peróxido. Es decir, no se queda aplicado sobre el cuero cabelludo como ocurre con un tatuaje de henna negra. Si una persona desarrolla una alergia de contacto al PPD, como le ocurrió a esta persona de la foto en una vacación, no solo se le daña la misma pero, especialmente en el caso de las mujeres, esa alergia adquirida al PPD evitará en el futuro el uso de cualquier tinte de pelo que contenga PPD (léase la inmensa mayoría), algo que de seguro no será de su agrado.
Los síntomas de una alergia de contacto pueden tardar varios días en aparecer y pueden fluctuar desde áreas rojizas y pruriginosas hasta formación de ampollas con riesgo residual de manchas, descoloración o hasta cicatrización.
Las Asociaciones de Pediatría y el FDA han llamado la atención sobre los riesgos de estos tatuajes de henna negra pues sabrán que estos tatuajes no están regulados y se desconoce la composición exacta de cada preparado individual que se obtiene en el mercado negro. Todos esto pone a riesgo innecesario a incluso menores, a los cuales no se le advierten las potenciales consecuencias de este tipo de tatuaje... a veces, no tan temporal. Puedes leer la postura oficial de la FDA accediendo AQUÍ.
Si por el contrario estás considerando un tatuaje permanente, no lo hagas antes de leer mi artículo: «Antes de tatuarte...piénsalo bien!».
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