Hay trabajos y... hay trabajos. Si como yo, te lavas las manos con agua y jabón más de treinta veces al día o simplemente las mojas y las secas docenas de veces como lo hacen empleados de cocina, bartenders y muchas amas de casa, no es fácil evitar que la piel de las manos empiece a protestar.Primero empiezan a secarse y luego a cuartearse por el frecuente abrir y cerrar de las mismas. A esto hay que añadirle las variaciones entre personas, pues en aquellos con tendencia genética de alergia (dermatitis atópica) o pieles sensibles, las manos protestarán más rápido y peor. Termina por establecerse un círculo vicioso ya que, mientras más la piel se deteriora y cuartea, mayor es la penetración de irritantes comunes y detergentes y mayor la irritación.
Todo esto predispone además a infecciones, pues abre pequeños portales de entrada a toda clase de microbios del medio ambiente. El resultado suele ser incapacidad temporal del empleado o dificultad en cumplir con las tareas cotidianas de la casa o el aseo personal.
Tu problema tiene solución
En muchos casos, minimizar la exposición a el(los) irritante(s), sumado al uso de jabones no detergentes y frecuente uso de humectantes, puede bastar para equilibrar la situación. Los humectantes, que pueden ser con prescripción médica en casos más severos, funcionan mucho mejor cuando se aplican sobre una piel recién mojada y secada pues, de este modo, ayudan a sellar esa humedad dentro de la piel.De noche, puedes considerar un humectante más aceitoso como aquellos de tipo petrolato sobre los cuales puedes usar un guante liviano de algodón para incrementar la penetración del producto.
Si todo esto no es suficiente, deber considerar una evaluación dermatológica, ya que puede ser necesario utilizar medicamentos tópicos de cortisona de alta potencia para bajar la inflamación y ayudar la piel a sanar.
El(la) dermatólogo(a) determinará si existe alguna sospecha de que la dermatitis en las manos no sea simplemente causada por irritación y sea una alergia a algún ingrediente de los productos de aseo personal o de las substancias químicas que muchos están expuestos en sus respectivos trabajos.
En resumen, el tratamiento a seguir consta de:
Eliminación o reducción de los irritantes o alergenos
Evitar el exceso del ciclo de mojar y secar las manos
Lubricación apropiada varias veces al día
Uso de corticoides tópicos bajo prescripción médica, en los casos apropiados
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