sidebar Clínica Dermatológica - Dr. Edgardo Rodríguez Vallecillo: El peligro de los "tanning parlors"

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lunes, 24 de marzo de 2014

El peligro de los "tanning parlors"

La creencia que una piel dorada luce más saludable lleva a muchos a buscar esa solución rápida y perfecta para ser bronceado ideal. Sin embargo, no importa de donde lo obtengas ya sea en la playa, en la piscina, en la terraza de tu casa o en un tanning parlor o salón de bronceado, el daño que ocurre a la piel al broncearse es muy peligroso. La piel se broncea solo mediante un daño al ADN de nuestras células bajo exposición a la luz ultravioleta (UV).

La cara oscura del bronceado

En la última década se ha reconocido mucho mejor el peligro de las lámparas ultravioleta para bronceado. Las lámparas más antiguas emitían sólo luz UVA, que es la menos dañina de los tipos de luz ultravioleta. Sin embargo las lámparas más recientes emiten tanto UVA como UVB, para parecerse más a la exposición solar y acelerar más el proceso de bronceado. Esto las hace aún más dañinas y peligrosas.

Lo más triste y preocupante para los dermatólogos es que la población que tiende a recurrir más al uso de estos salones de bronceado es la población más joven y de tez más clara, o sea, los más vulnerables. Se estima que alrededor de un 25% de la población joven entre 16-25 años en los Estados Unidos las usa regularmente.
Específicamente, entre las edades de 18-22 años, las cifra que las usaba aumentaba a un 40%. 

Se cree que esto explique el aumento enorme que ha habido en casos de melanoma durante las últimas décadas, especialmente en el segmento que comprende a mujeres blancas entre 18 a 39 años. En los pasados 40 años ha habido un aumento de 800% de melanoma en la población femenina dentro de este rango de edades. Los estudios también han demostrado que el riesgo de desarrollar melanoma en personas que se exponen a dicha irradiación aumenta un 75% antes de los 35 años.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) ha propuesto cambios a las regulaciones que aplican a los salones con máquinas para broncear, incluyendo recomendaciones fuertes para menores de 18 años. En varios estados de EU y muchos países del mundo ya se ha legislado para impedir el uso de estas máquinas en menores de 18 años. La FDA planea además reclasificar estas lámpara artificiales para broncear de Clase I a Clase II, lo que permitiría instituir regulaciones más estrictas para proteger mejor la salud pública. 

Todo esto a raíz de los numerosos estudios que han demostrado la relación peligrosa entre la luz ultravioleta (UV) y el cáncer de piel y que la Organización Mundial de la Salud, desde 2009, tiene catalogada la luz UV como un carcinógeno y a las lámparas de broncear como "carcinógeno de alto nivel. Esto lo equipara al tabaco como un peligro a la salud pública. 

Aunque en Puerto Rico parecería haber menor proliferación de este tipo de máquinas y salones, tal vez por la abundancia de sol y playas en forma gratuita, en un censo reciente de 116 ciudades de EU, había un promedio de 42 salones por ciudad, una cifra más elevada en comparación a locales habituales como Starbucks® o McDonald's®.

 La exposición a luz ultravioleta por estas lámparas no solamente provoca aumento en melanoma, es decir, el cáncer de la piel más peligroso, sino también de los otros tipos de cánceres de piel. Además, la exposición a la luz ultravioleta, especialmente a la de larga onda como la UVA, causa envejecimiento prematuro de la piel, depresión de nuestro sistema inmunológico y peligros de serio daño a los ojos, como catarata y melanoma ocular.

La UVA no se asocia a la quemadura aguda y dolorosa del sol, que es provocada por la UVB. Esta a su vez es más carcinogénica y más abundante durante las horas más intensas de sol. Por eso, a muchos se les hace creer erróneamente que estas lámparas artificiales son más seguras pues no les enrojecen y de esa manera no perciben el daño recibido. 

Otros creen, de manera errada, que la exposición a este tipo de lámparas o salones es la mejor manera de obtener la dosis diaria de vitamina D. La verdad es, sin embargo, que es mucho más saludable recibir la vitamina D en forma natural mediante una alimentación sana y suplementos orales de vitamina D. Además, la luz que más estimula la producción interna de vitamina D es la UVB, y no la UVA, que es la que mayormente está presente en las lámparas de estos salones.

En otras palabras, no hay tal cosa como un bronceado seguro o saludable, a menos que lo obtengas aplicando un autobronceador o recibiéndolo en aerosol. Para entender mejor el peligro de la luz UV en sus diferentes formas puedes acceder mi artículo: "Es la luz que no vemos la que nos hace daño".


Protege tu piel a largo plazo y el edúcate apropiadamente. Aplícate diariamente un buen filtro solar. Accede a mi artículo "Cómo escoger un filtro solar este verano". Puedes leer más sobre el cáncer de la piel aquí. Contesta además un breve cuestionario y calcula tu riesgo relativo de cáncer de piel accediendo aquí.

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