Aclaremos algunos puntos importantes sobre el colágeno.
El
colágeno es una de las proteínas más importantes de nuestro cuerpo.
Como todas las proteínas, está compuesta de aminoácidos que son moléculas
orgánicas hechas de carbono, hidrógeno y oxígeno. En realidad, el
colágeno es más bien una familia de proteínas que están en diversos tejidos de nuestro cuerpo como lo son la piel, los tendones, ligamentos,
los huesos, el cartílago, la córnea, los discos entre medio de las vértebras y
otros. En total, más de un 25% de las proteínas totales
de nuestro cuerpo son derivados de colágeno.
¿Para qué nos sirve el colágeno?
El
colágeno es una proteína de soporte y compone una gran parte de la substancia que se distribuye entre las células de los tejidos. Ayuda a darle
fortaleza y elasticidad y su pérdida es una de las causas comunes de
arrugas y deterioro general de la piel.
¿Por qué perdemos colágeno?
Nuestro
cuerpo fabrica normalmente el colágeno que necesita a base de las
proteínas que ingerimos diariamente. Sin embargo, a través del proceso
natural de envejecimiento, nuestro cuerpo va disminuyendo la producción de
colágeno a una razón aproximada de 1% por año. Es decir, muchas personas a los
50 años han perdido cerca de la mitad del colágeno que tenían cuando bebés. La producción de colágeno se afecta además por
factores ambientales como el exceso de exposición al sol, una mala
nutrición y la exposición a contaminantes tales como el cigarrillo.
El
colágeno, al ser una proteína como lo sería un trozo de carne, al
ingerirse y pasar por el efecto del ácido gástrico y otras enzimas del intestino, se degrada y se convierte en
aminoácidos, que son los "ladrillos" que componen las proteínas. Estos
aminoácidos se absorben del tracto gastrointestinal y con estos, algunas células del cuerpo como los
fibroblastos, producen los diversos tipos de colágeno que el cuerpo necesita.
No hay realmente ninguna data científica que sustente los reclamos de tantas compañías que aseguran la absorción del colágeno intacto y su deposición en tejidos como la piel para devolver la juventud a la misma.
No hay realmente ninguna data científica que sustente los reclamos de tantas compañías que aseguran la absorción del colágeno intacto y su deposición en tejidos como la piel para devolver la juventud a la misma.
¿Y qué tal de las cremas que contienen colágeno?
El
colágeno es una proteína grande que es muy difícil que pase a través de
la piel para incorporarse al tejido subyacente y aunque así lo hiciera, sería un colágeno extraño que en todo caso pudiera fomentar una reacción
inmunológica de rechazo. Dicho esto, muchas cremas hidratantes
conteniendo colágeno, tienen además muchos otros emolientes útiles, por
lo cual muchas personas encuentran que tales cremas les suavizan la
piel.
Entonces, ¿qué podemos hacer para estimular la producción de colágeno?
Primero
que nada, proteger nuestra piel del sol, que es uno de los causantes
principales del deterioro gradual del colágeno de la piel. Puedes ver los consejos más importantes sobre protección solar AQUÍ. Segundo,
evitar el cigarrillo o tabaco. Tercero, una dieta saludable que incluya
antioxidantes naturales que se obtienen mayormente de frutas
y vegetales. Evita además las azúcares y carbohidratos simples de alto índice glucémico, que provocan inflamación e interfieren con el proceso
natural de producción de colágeno.
¿Qué otras estrategias son útiles para fomentar el colágeno?
Algunos
productos de uso tópico como son los ácidos alfa-hidroxi como el ácido glicólico, pueden estimular la formación de colágeno. Los retinoides
tópicos como el Retin-A® y sus derivados pueden fomentar la producción natural
del colágeno.
El resto de las alternativas conllevan procedimientos simples que llevan a cabo los dermatólogos en sus consultorios. En las pasadas décadas de los '80's y los '90's se utilizó colágeno inyectable derivado del ganado bovino, para mejorar la textura de la piel y las arrugas. Este colágeno era útil pero duraba solamente varios meses y con el tiempo ha sido reemplazado por otras sustancias que logran un efecto similar de relleno con mayor durabilidad y menos riesgo de provocar reacciones alérgicas.
Entre los más conocidos se encuentra el ácido hialurónico, representado por marcas comerciales como Restylane®, Juvederm®, Belotero® y otros. También se usan otros materiales como el ácido poli-L-láctico (Sculptra®) para inducir la formación de colágeno. Además, otro producto que contiene una sustancia similar al material del que están hechos nuestros huesos (hidroxiapatita de calcio) llamado comercialmente Radiesse®, es útil para rellenar y dar volumen al tejido facial con una durabilidad aproximada de un año.
El resto de las alternativas conllevan procedimientos simples que llevan a cabo los dermatólogos en sus consultorios. En las pasadas décadas de los '80's y los '90's se utilizó colágeno inyectable derivado del ganado bovino, para mejorar la textura de la piel y las arrugas. Este colágeno era útil pero duraba solamente varios meses y con el tiempo ha sido reemplazado por otras sustancias que logran un efecto similar de relleno con mayor durabilidad y menos riesgo de provocar reacciones alérgicas.
Entre los más conocidos se encuentra el ácido hialurónico, representado por marcas comerciales como Restylane®, Juvederm®, Belotero® y otros. También se usan otros materiales como el ácido poli-L-láctico (Sculptra®) para inducir la formación de colágeno. Además, otro producto que contiene una sustancia similar al material del que están hechos nuestros huesos (hidroxiapatita de calcio) llamado comercialmente Radiesse®, es útil para rellenar y dar volumen al tejido facial con una durabilidad aproximada de un año.
¿Existen máquinas que puedan estimular la producción de colágeno?
Existen
hoy en día un sinnúmero de máquinas que sirven para estimular la
producción de colágeno en las capas superficiales y profundas de la piel. Algunas de éstas utilizan tecnología láser. Otras utilizan luz pulsada y/o radiofrecuencia, que son energías que estimulan la piel para producir
colágeno nuevo. Dependiendo del tipo de energía y la
intensidad con que se aplica se pueden obtener beneficios superficiales
como el de suavizar cicatrices o arrugas o estimular los tejidos profundos
para que se contraigan, lo que da firmeza a la piel.
Como has leído, no todo lo que suena bonito o fácil es verdaderamente útil o real. Sin embargo, la tecnología actual sí permite modificar y restaurar parte del daño que sufrimos a través de los años. Consulta al dermatólogo(a) de tu preferencia para que te oriente sobre qué método se adapta mejor a tu necesidad y tu presupuesto.
Como has leído, no todo lo que suena bonito o fácil es verdaderamente útil o real. Sin embargo, la tecnología actual sí permite modificar y restaurar parte del daño que sufrimos a través de los años. Consulta al dermatólogo(a) de tu preferencia para que te oriente sobre qué método se adapta mejor a tu necesidad y tu presupuesto.
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