En una pasada convención de la Sociedad Americana de Dermatitis de Contacto, en Miami FL, se presentó un estudio que comparaba la frecuencia de estas dermatitis alérgicas a níquel y cobalto con el número de perforaciones cutáneas. Efectivamente, el riesgo de sensibilizase era mayor mientras más perforaciones se tenía. En personas con cinco o más perforaciones, por ejemplo, uno de cada tres tenía alergia al níquel.
El problema es que metales como el níquel, por su dureza, bajo costo y abundancia, se encuentran habitualmente en muchos objetos cotidianos como:
Hebillas, broches, botones
Joyería
Llaves, llaveros, bolígrafos, lápices
Sombras de ojos
Relojes de bajo costo
Mangos de herramientas, tijeras
Monedas
Evadir el níquel no es del todo fácil y lo encontramos en artículos a veces insospechados como el anillo metálico que sujeta la goma de borrar de un lápiz, la boquilla de algunos instrumentos musicales y hasta teléfonos celulares y monturas de espejuelos. Puede estar presente en la alimentación y en articulaciones de remplazo como rodillas, etc.
Interesante, sin embargo, que el acero inoxidable, aunque contiene níquel, está en una aleación que no libera el níquel. Esto lo hace seguro para personas con este tipo de alergia.
En fin, antes de hacerte tu próxima perforación, lee una vez más este artículo y evítate un dolor de cabeza. Las alergias de contacto, una vez se desarrollan, no son al presente curables, pues nuestro sistema inmunológico mantiene "memoria" de todas aquellas substancias que nos hacen daño y reacciona inmediatamente a ellas cuando volvemos a entrar en contacto. Para conocer más sobre pieles sensitivas y alergias accede AQUÏ.
Las cremas de cortisona, recetadas por los dermatólogos, pueden aliviar los síntomas temporalmente, pero recuerda que la mejor alergia...¡es la que no se adquiere!
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